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Uno de los principales edificios de la ciudad, un pequeño reducto construido en una de las zonas más transitadas para así actuar como faro de sabiduría y conocimientos para todos aquellos que decidiesen detenerse.
Se trata de un edificio construido casi completamente en madera, de aspecto viejo y ligeramente inquietante, como sólo podría serlo cualquier construcción de nuestra ciudad. Sin embargo, no todo invita a dar la vuelta y marcharse ya que si nos acercamos, podemos notar como parte del edificio está siendo restaurada actualmente: los tablones del porche han sido cambiados recientemente y están instalando unas sencillas letras en hierro forjado en las que puede leerse The Book Shop

Entramos y notamos un suave olor a café tostado flota en el ambiente y lo que más llama la atención es, quizás, la suave penumbra existente incluso durante el día. Una luz tan débil y rutilante que apenas resulta posible caminar entre las montañas de libros y cajas colocadas por doquier. Finalmente y cuando nuestra vista se va acostumbrando, discernimos pequeños detalles como que la parte posterior del lugar está terriblemente limpia y ordenada. Contrastando con la primera imagen del lugar, desordenada y aparentemente caótica, nos encontramos ahora en un lugar silencioso y tétricamente impoluto. La decoración resulta ciertamente extraña y extravagante pero el ambiente es tenso y nadie se atrevería a comentar en voz alta alguno de estos pensamientos.

El desconcierto no dura mucho porque pronto se escuchan unos pasos a vuestra espalda. Una larga toga completamente blanca es lo primero en lo que se fijan vuestros ojos, pasando despues por su larga barba blanca y deteniéndose en el rifle de asalto Automatik Kalashnikov modelo 47 que sujeta entre sus manos sin demasiado esfuerzo.